Los valores son fundamentales para el éxito y la perdurabilidad de las empresas

Valencia, 20/01/23.  Valores como la transparencia, la escucha activa, la cercanía, la honestidad, el respeto, la superación, la adaptación, la excelencia y la innovación son fundamentales para el éxito de las empresas y su perdurabilidad en el tiempo. Así se ha puesto de manifiesto en la mesa de debate “Valores empresariales en entornos globales” organizada por la Fundación Étnor y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en el marco del XXXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de Étnor “Valores humanistas para el siglo XXI: un reto también para las empresas”.

Agnès Noguera, consejera delegada de Libertas 7, vocal de la ejecutiva y el patronato de Étnor y vicepresidenta de AVE, ha introducido el debate aludiendo a la colaboración de AVE y Étnor, que se remonta a 12 años atrás, para el fomento de la ética en las empresas y las organizaciones que “entronca con la misión de AVE de dignificar la figura del empresario”. A esta colaboración con AVE se ha referido también el presidente de Étnor, Pedro Coca, y en alusión a las empresas participantes en el debate, ha citado a Adela Cortina, directora académica de Étnor: “la ética en la empresa es rentable a largo plazo”.

Nuria Ballester, directora de Estrategia, Innovación y Comunicación de Logifruit; Bernardo Gregori, director de Sostenibilidad, Relaciones Institucionales, Riesgos, Compliance y presidente del Consejo de Familia de Grefusa y Vicent Server, director general de Rolser. han puesto sobre la mesa los valores que orientan las decisiones y acciones de sus respectivas empresas de larga y consolidada trayectoria y su relevancia en la pervivencia de las compañías. El debate ha sido moderado por José Félix Lozano, profesor de Ética Empresarial y Responsabilidad Corporativa de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que considera quela ética para las empresas es necesaria, rentable y útil”.

Valores y éxito empresarial

Vicent Server, director general de Rolser, empresa familiar fundada hace 57 años y que cuenta hoy con más de 250 empleados y presencia en más de 60 países, ha aludido a valores como la excelencia y al espíritu innovador, en lo que se refiere a uno de los pilares de la empresa: los clientes. Al respeto, la confianza, la retención del talento y la promoción interna en lo que se refiere a los trabajadores. A la “vinculación emocional” con el territorio y con el medio ambiente en su compromiso con la sociedad, y a la responsabilidad de los accionistas para legar una empresa sólida y solvente a futuras generaciones.

Por su parte, los valores de Logifruit -fundada hace 26 años y dedicada al alquiler, gestión y almacenado de envases reutilizables para el transporte de bienes de consumo que cuenta con más 1.200 empleados-, se aplican a todos los trabajadores en su relación con todos los grupos de interés con los que interactúan, expone Nuria Ballester. Estos valores son el liderazgo, la innovación, la colaboración, el compromiso y la transparencia. Guían las decisiones en el día a día y también las acciones, porque “a la gente lo que realmente le mueve es el ejemplo”, asegura.

Grefusa, fabricante de frutos secos y snacks de cereales con más de 90 años de historia y más de 700 empleados, tiene entre sus valores la cercanía, la escucha y ser transparente y accesible. “Creemos mucho en el respeto de todos los empleados sin importar la responsabilidad de cada uno”, afirma Bernardo Gregori. Los valores de Grefusa, a los que la empresa denomina “grefuvalores”, “son los que guían nuestra manera de ser y nos hacen únicos, forman parte de nuestra identidad”.

Los tres ponentes confirman que los valores han sido fundamentales para el éxito de las empresas y que en su esencia se mantienen vigentes con el cambio generacional. “Cada generación ha ido aportando unos valores a la siguiente y se ha ido enriqueciendo”, apunta Gregori, que considera “importante identificar qué valores ha ido aportado cada generación porque en su día no estaban escritos”.

Para mantener los valores Rolser promueve que los clientes visiten la fábrica y hacen participes a los trabajadores de los planes de la empresa. Además, desarrolla diversas iniciativas orientadas a la sociedad y los accionistas reinvierten los beneficios en la empresa. Por su parte, Logifruit realiza “una selección de personal consciente” tomando como referencia los valores del grupo. “A partir de ahí, invertimos también en formación para contar con un equipo de directivos que viva, trabaje y sepa trasladar esos valores aguas abajo. Lo fundamental es el ejemplo, el buen hacer y que se visualice que los líderes se comportan de acuerdo con esos valores”, explica Ballester. Respecto a Grefusa, todas las acciones internas están asociadas a los valores. “Dedicamos mucho tiempo y recursos a formar a las personas y lo hacemos en nuestros valores”, explica Gregori.

Nuria Ballester destaca, a modo de conclusión, la importancia de la escucha activa y la cercanía con los empleados. Vicent Server asegura que “una empresa sin valores está abocada al fracaso y, como empresa y como sociedad nos tenemos que comprometer a fomentar y transmitir estos valores”. Bernardo Gregori concluye que para realizar una gestión por valores en la empresa “se tiene que creer en ello y contar con el apoyo de la dirección, que debe predicar con el ejemplo”.

 

AVE y Étnor presentan las conclusiones de su Taller de Emprendimiento “El empresario emprendedor debe ser uno de los personajes de nuestra época”

Valencia, 22/09/22. Hay que acelerar el cambio cultural para favorecer el espíritu emprendedor en las empresas y en la sociedad. Este cambio requiere tiempo, no se realiza de un día para otro, y exige la implicación de empresas, administraciones y de todo el sistema educativo y de formación desde las etapas más tempranas. Además, se deben promover ecosistemas con los diferentes actores que intervienen en el emprendimiento, compartir el conocimiento, colaborar y apostar por modelos de gestión que favorezcan la autonomía de los equipos para que aflore el talento latente en todas las empresas y en la sociedad.

Estas son algunas de las conclusiones del documento “Avanzando hacia una sociedad más emprendedora: El papel de los empresarios” que recoge el trabajo del Taller de Emprendimiento que la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y la Fundación para la Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor) han desarrollado en el primer semestre del año.

El Taller AVE-Étnor de Emprendimiento ha analizado el emprendimiento desde tres ámbitos: el de las personas, el del entorno y el de las herramientas. En ello han participado personalidades del ámbito empresarial y académico, como Margarita Albors (Socialnest); Antón Costas (CES España); Adriana Domínguez (Grupo Adolfo Domínguez); Enrique García (Florida Universitaria); Javier Jiménez (Lanzadera); Eugenio de Miguel (Aquaservice); Andrés Pedreño (Torre Juana OST) y José María Peiró (UV). Junto a ellos, más de una a veintena de empresarios, académicos y profesionales, han analizado las variables que hacen a unas sociedades y unos territorios más emprendedores que otros.

Según ha explicado Miguel Juan, socio director de S2 Grupo, en la presentación, el emprendimiento “no es exclusivo de los entornos de start up’s, incubadoras de empresas y fondos de inversión. Es una actitud que toda organización debe fomentar y facilitar, es el medio por el que la innovación se lleva a la práctica y por el que se asegura el éxito de las empresas”.

En su exposición de conclusiones, Jesús Conill, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universitat de València, ha destacado el dinamismo e innovación de las empresas que, “incluso en los peores años de la pandemia, han ejercido un gran liderazgo social”. Asimismo, subraya que el compromiso e implicación de las empresas es fundamental para la transformación social e intergeneracional. “Es imposible que las sociedades sean justas y decentes sin la cooperación y el compromiso de las empresas, en tanto que parte decisiva de la sociedad civil”, asegura y considera que se debe propiciar un cambio cultural que convierta al empresario emprendedor en uno “uno de los personajes de nuestra época”. Jesús Conill ha destacado la capacidad de gestionar la incertidumbre y el riesgo como característica de una actitud emprendedora y la mayor percepción de miedo al fracaso de los jóvenes españoles en comparación con los de otras sociedades.

Informe GEM

Los profesores José María Gómez Gras e Ignacio Mira, de la Universidad Miguel Hernández, han presentado una evolución de los principales indicadores, relacionados con el documento, en la Comunidad Valenciana del Global Entreperneurship Monitor (GEM), el observatorio internacional del fenómeno emprendedor. Según sus datos, la mitad de la población de la Comunidad Valenciana se considera capaz de poner en marcha una iniciativa emprendedora y el 30% percibe que hay oportunidades para hacerlo. Sin embargo, el miedo al fracaso sería un limitante en algo más del 50%. Según estos mismos datos, en la Comunidad Valenciana se emprende en sectores de consumo y de servicios, mayoritariamente. La edad media con que se inicia una iniciativa es de unos 42 años y quienes lo hacen cuentan con cierta experiencia previa. Entre sus motivaciones más frecuentes se encuentran labrarse un futuro profesional propio y aportar a la sociedad y manifiestan, además, una creciente preocupación por contribuir a fines sociales.

El reto de emprender

La jornada ha contado con una mesa redonda moderada por Beatriz Jacoste, directora de KMZERO Innovation Hub, y la participación de tres emprendedores de distintos ámbitos y sectores que han debatido sobre las conclusiones presentadas desde sus propias experiencias. Así, José Burgos, fundador y CEO de Fresh People, apunta que las culturas acaban creándose en función de qué se premia y qué se penaliza en la organización. En su opinión, “si creamos una cultura empresarial en la que hay miedo al fracaso, se penaliza el error y no se permite la creatividad, no tiene sentido hablar de emprendimiento”. Por su parte, Nuria Marchante, fundadora y directora de Pampa Interiors, destaca “el apoyo y el impulso” para emprender que recibió de su entorno familiar y profesional. El miedo a emprender existe, confirma, pero la ilusión puede con cualquier miedo”, concluye. Lucía Sánchez, fundadora y CEO de Digital Gastronomic ha destacado el papel de la educación a la hora de generar vocaciones empresariales, “hay muchos niños con muchas ideas y muchas ganas de hacer cosas, pero a la hora de la verdad les frena el no saber”, apunta. En su opinión, es importante que desde las te enseñen a tener confianza en ti mismo, a defender tus ideas, hablar en público, además de temas legales, burocráticos, fiscales y demás”, ha subrayado. En esta línea, “ser emprendedor es una actitud que se puede aprender trabajando la confianza en uno mismo, ha concluido Beatriz Jacoste, además ha añadido que “todos, la familia, los entornos educativos, las empresas y las instituciones tenemos la responsabilidad y el poder de crear una sociedad emprendedora”.

Liderazgo amable

En su ponencia “Emprendiendo desde la empresa”, Adriana Domínguez, presidenta ejecutiva de Grupo Adolfo Domínguez, y participante en una de las mesas de diálogo del Taller de Emprendimiento, ha puesto de relieve la importancia de la cultura de empresa para fomentar el emprendimiento interno. La transformación, asegura, la realizan las personas, y “muchas estrategias muy buenas fracasan por las personas”. Adriana Domínguez, desde su experiencia de transformación en la empresa que preside y que tiene su origen en 1950, apuesta por un “liderazgo amable” que prime la cooperación y la empatía. Creatividad, excelencia y amabilidad son los valores de la empresa hoy.

Reconocimiento social de la empresa

“Estamos convencidos de que las sociedades que más avanzan son aquellas en las que hay más y mejores empresarios”, ha asegurado, Agnès Noguera, consejera delegada de Libertas 7, en el cierre de la presentación. Noguera, ha puesto de relieve las dificultades y renuncias que supone ser empresario porque no todo vale para serlo, “el empresario debe ser ético y ejemplar”. Ha concluido reivindicando el reconocimiento social de la aportación de la empresa a la construcción de la sociedad, agilidad administrativa y reducción burocrática y una fiscalidad razonable para las empresas.

El déficit de perfiles cualificados en inteligencia artificial es una pérdida de oportunidad

Las empresas más competitivas son las que tienen más conocimiento, y el conocimiento hoy en día se puede extraer a partir de los datos. La inteligencia artificial (IA) optimiza los procesos en las empresas, ahorra costes y mejora la gestión de la información y el conocimiento. Las hace más productivas y competitivas. Aplicada al ámbito de la salud tiene un gran impacto social, permite diseñar nuevos softwares sanitarios y sirve de palanca a la industria farmacéutica para acelerar el desarrollo de fármacos. Sin embargo, existe en nuestro país un gran déficit de perfiles profesionales cualificados para su aplicación.

 

Así se ha puesto de manifiesto en la conferencia “El impacto de Ia inteligencia artificial sobre las empresas y la sociedad”, organizada conjuntamente por la Fundación para la Ética de los Negocios y las Organizaciones (Étnor) y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). La conferencia se enmarca en el XXXI Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de Étnor que en esta edición lleva por título “Inteligencia artificial: ¿Oportunidad o amenaza para la democracia?” 

 

Ángel Alberich, Doctor en Ingeniería Biomédica y fundador y director de la empresa Quibim (Quantitative Imaging Biomarkers in Medicine), y Jon Ander Gómez, profesor titular de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y cofundador y CDO de la empresa spin-off Solver Machine Learning, han expuesto, desde la experiencia de sus proyectos, dos casos de aplicación práctica de la IA con impacto en la empresa y en la sociedad. Miguel A. Juan, patrono de Étnor y fundador y socio director de S2Grupo ha moderado el debate que han introducido Pedro Coca, presidente de Étnor, y Agnès Noguera, consejera de Libertas7, vicepresidenta de AVE y vocal de la ejecutiva de Étnor, que ha destacado la importancia de abordar el efecto de la IA en las empresas, en su competitividad, mejora de calidad de vida y, sobre todo, su efecto en la sociedad, así como los retos y oportunidades que supone.

Agnès Noguera, consejera de Libertas7, vicepresidenta de AVE y vocal de la ejecutiva de Étnor

 

Pedro Coca, presidente de Étnor

La IA en el ámbito sanitario 

Según ha explicado Ángel Alberich, Quibim se constituye en 2012 con el propósito de hacer de la interpretación médica de las imágenes un proceso más objetivo. La IA permite extraer parámetros de esas imágenes, calcularlas, almacenarlas en grandes bases de datos y vincularlas con la evolución clínica del paciente. La compañía, con 70 trabajadores de 9 nacionalidades diferentes y que inició su expansión internacional en 2020, orienta su negocio a dos tipos de clientes. Por un lado, los hospitales, a los que provee de sus softwares sanitarios, debidamente certificados y validados por agencias sanitarias. Suya es una de las tres herramientas aprobadas en el mundo para la biopsia virtual de cáncer de próstata y está a la espera de recibir la aprobación de la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) para el cerebro. El segundo gran cliente de Quibim, explica Alberich, es la industria farmacéutica, que, con el seguimiento de la eficacia terapéutica a partir de las imágenes, acelera el desarrollo de los fármacos para tratamientos oncológicos.

Ángel Alberich, Doctor en Ingeniería Biomédica y fundador y director de la empresa Quibim (Quantitative Imaging Biomarkers in Medicine)

 

IA y competitividad 

Solver Intelligent Analytics tiene su génesis en una experiencia de éxito en 2014, dos años antes de su constitución, cuando sus fundadores desarrollan un software a demanda de una comercializadora de electricidad que buscaba mejorar su predicción en la orden de compra de energía. “Bajaron el error de predicción de un 10% al 1,5%”, expone Jon Ander Gómez, “y supuso un gran ahorro para la compañía al reducir las penalizaciones por desvío en la estimación”. A partir de ahí, su cartera de servicios a empresas se orienta al mantenimiento predictivo, que supone un gran ahorro de costes, y a la predicción de demanda en el sector del retail. También a la predicción de ventas, de la ruptura de stock y a la gestión documental.

Miguel A. Juan, patrono de Étnor y fundador y socio director de S2Grupo

 

Perfiles profesionales 

Los ponentes consideran que en nuestro país existe un déficit de profesionales cualificados para trabajar con modelos de IA, en momento de gran demanda. En opinión de Gómez, la IA no está destruyendo puestos de trabajo, al contrario, “está creando más”, y considera que la formación de las personas tendrá que adaptarse a “la nueva realidad”, que ya en etapa preuniversitaria se debe “entrenar” para desarrollar el “pensamiento computacional”. Y asegura: “la IA no es un gasto, es una inversión, impacta en la productividad y la competitividad de las empresas”.

Jon Ander Gómez, profesor titular de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y cofundador y CDO de la empresa spin-off Solver Machine Learning

 

Este déficit de científicos de datos y de empresas que realizan el “etiquetado” de datos que requiere el aprendizaje de la IA es una pérdida de oportunidad, en opinión de Alberich, que considera que España debería plantearse que la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) se imparta “prácticamente por defecto”, junto con la formación en valores. El fundador de Quibim alude también a la vertiente ética de la aplicación de la IA, que no proporciona “un acierto del 100%”.

 

Los ponentes han concluido que la aplicación de la IA genera valor, al permitir automatizar determinadas tareas intelectuales y contribuir a la mejora del proceso de toma de decisiones. Pero no es factible sustituir a las personas en otros cometidos de mayor responsabilidad. En su opinión, la IA debe aplicarse siempre como una herramienta de apoyo a las personas. 

Herbolario Navarro comparte sus valores, cultura empresarial y su apuesta por la ética

Hoy, 9 de febrero de 2022, hemos celebrado una nueva sesión de trabajo conjuntamente con la Fundación ÉTNOR sobre “Ética, valores y cultura empresarial” con la participación de nuestro asociado José Navarro Catalá, director general de Herbolario Navarro, bajo la moderación de Jesús Conill (catedrático de Filosofía Moral y Política en la UV), quien ha compartido las buenas prácticas de la empresa enfocadas hacia los valores de la misma.

Durante su intervención, José Navarro ha repasado los 250 años de historia de esta empresa valenciana, 100% familiar que desde 1926 pertenece a la familia Navarro, y ha destacado los valores y la innovación como pilares de esta organización que proporciona empleo directo a 320 personas y cuenta con 49 puntos de venta.

Navarro ha destacado la honestidad, la orientación al cliente, la mejora continua, la transparencia y la agilidad como valores fundamentales, y nos ha transmitido cómo se reflejan en todas las personas que componen la organización. Uno de los temas sobre el que ha incidido mucho es la formación de las personas y la importancia de trasladarles la cultura y valores de la empresa.

Herbolario Navarro, como negocio ecológico, apuesta por ofrecer “productos más saludables que en cualquier otro establecimiento, con las propiedades nutricionales intactas, sin químicos”, así como por el cuidado de la tierra, por productos km0, por métodos de explotación sostenible, por el comercio justo, por la recuperación del territorio y la llamada ‘arca del gusto’.

Entre los principales retos a los que se enfrenta actualmente destaca la dificultad a la hora de poder competir con economías de escala ante el gran consumo. En lo que se refiere al futuro de la organización, ha resaltado la importancia de la innovación constante en un mercado que siempre está cambiando.

Jesús Conill ha concluido la sesión resaltando a Herbolario Navarro como ejemplo de una empresa familiar abierta con iniciativa polifacética de transformación continua a través de productos innovadores de la tierra, y ha destacado la transparencia como palanca para potenciar la indudable implicación de los trabajadores con la organización y su misión y cultura. Por último, ha alabado la capacidad de la empresa para estar alerta ante los nuevos cambios en el estilo de vida y de la sociedad en general.

 

Maite Marín y Toño Pons apelan a los valores fundacionales para que las empresas perduren

Son los valores fundacionales de la empresa los que garantizan su perdurabilidad en situaciones complejas como las actuales.  A ellos han apelado Maite Marín, directora del Complejo Educativo Mas Camarena, y Toño Pons, presidente de Importaco, en la mesa de debate “La gestión empresarial de la pandemia. Una perspectiva ética” que hemos organizado en colaboración con la Fundación Étnor. El debate se enmarca en el ciclo de conferencias del XXX Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor “Caminos de futuro en tiempos de coronavirus. Una perspectiva ética”.

En la apertura, el hasta ayer presidente de la Fundación Étnor, Enrique Belenguer, se ha referido a las alianzas. “Sin alianzas no lograremos reconstruir nuestras sociedades tras la pandemia”. En su opinión, gobiernos, empresas y sociedad civil son necesarios para enfrentar los problemas globales y la pandemia ha venido a acelerar este proceso de concienciación. “O trabajamos juntos, cooperamos y acordamos las acciones o los costes serán mayores de los que ya son. La Fundación Étnor, tras 30 años de vínculo de empresa y academia en pro de una mejor sociedad, puede dar ejemplo de cómo es posible esta alianza fructífera en el tiempo”.

 

Emili Villaescusa, vicepresidente de la Fundación Étnor y presidente de la Confederación de Cooperativas de la Comunitat Valenciana (CONCOVAL) ha moderado la mesa y ha introducido a los representantes de “sectores fundamentales en cualquier economía, imprescindibles en al Comunitat Valencia y esenciales en momentos tan complejos como los que vivimos”.  

Valores fundacionales

Toño Pons ha recordado los orígenes de Importaco y los principios éticos que inspiraron a su fundador en la década de los 40. Confianza, rigor y participación son los valores que han perdurado hasta la tercera generación. “Debemos conseguir que perduren a generaciones futuras y que estén bien integrados en la cultura empresarial” ha asegurado.

Por su parte, Maite Marín ha explicado que el centro educativo Mas Camarena “trabaja con la materia prima más sensible, los niños y adolescentes”. El centro tiene como misión educar para el futuro.

El respeto, el esfuerzo y la satisfacción personal de alumnos y profesores son los valores con los que trabaja el centro. Fundado en 1962, el grupo Mas Camarena está inmerso en un gran proyecto educativo-deportivo internacional, con la creación del Students’ Resort and Sports Centre, unas instalaciones que ofrecen residencia de estudiantes, un centro multideportivo de alto rendimiento y una educación de Bachillerato Internacional. En Mas Camarena, no sólo se fomenta la educación en valores desde acciones del profesorado, sino que los alumnos realizan acciones solidarias y disponen de becas de excelencia que premian el esfuerzo personal. Además, el centro trabaja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y cuenta una fundación, Colegios XXI, que está enfocada, sobre todo, en construir escuelas infantiles en Perú.

“Contribuimos a crear un mundo mejor a través de la educación, desarrollando valores de solidaridad, tolerancia y mentalidad internacional, trabajando desde el esfuerzo y la satisfacción personal”.

 

Gestión empresarial de la pandemia

En Mas Camarena “la primera prioridad durante el confinamiento fue que nuestros alumnos no perdieran ni un día de clase, principalmente en los cursos superiores, como 2º de Bachillerato. El claustro de profesores realizó un trabajo intenso que nos permitió obtener, una vez más, la mejor nota de Selectividad de la Comunidad Valenciana”, explica Marín. Los pilares en los que asienta su excelencia son el proyecto educativo, el alto nivel de aprendizaje, la innovación y la profesionalidad de los docentes.

En 2020 Importaco invirtió 6,5 millones de euros en calidad e innovación. “La pandemia ha sido un acelerador de dos tendencias en las que ya estábamos trabajando: desarrollo de productos saludables y el compromiso con la calidad y la seguridad alimentaria” explica Pons. Además, el consumidor quiere estar informado y la transparencia y la comunicación son imprescindibles La sostenibilidad será la siguiente ola que llegará cuando pase la pandemia, “hay que hacer ese equilibrio entre sostenibilidad y precio asequible”, apunta Pons.

 

Lecciones aprendidas

El presidente de Importaco se ha referido a las lecciones aprendidas con la pandemia. Entre ellas, la importancia de escuchar globalmente para actuar localmente, “debemos adecuarnos a cada uno de los momentos y cada una de las zonas”. Además, hay que saber anticiparse y tomar decisiones valientes, “si anticipas y pivotas tu estrategia, ganas”. Y la importancia de un liderazgo comprometido con las personas para generar confianza, “hay que dar ejemplo”.

“La pandemia nos ha hecho ser más conscientes de que son las personas y los clientes lo verdaderamente importante”, explica Pons. “Un equipo cohesionado y resiliente capaz de sobreponerse a la adversidad y saber qué valora el cliente de nosotros para potenciarlo y mejorar su experiencia”.

Maite Marín ha destacado: “Hemos aprendido a sonreír con la mirada, sabiendo el enorme esfuerzo y sacrificio que están realizando los niños y adolescentes para adaptarse a la situación. Las familias han sido un apoyo fundamental”.

“En los momentos complejos las personas son capaces de sobreponerse, de ser resilientes, de dar lo mejor de sí mismos y es cuando se demuestra el liderazgo compartido y la implicación”.

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Maite Marín es licenciada en Filología Angloamericana, Máster en Dirección de Empresas Educativas y experta en dirección de centros educativos multilingües. Forma parte del Consejo de Administración de Colegios Siglo XXI, desde donde lidera la planificación estratégica del Grupo. Actualmente dirige la implantación de los programas de la Organización de Bachillerato Internacional en los tres colegios privados Mas Camarena, así como las nuevas Academias Deportivas de alto rendimiento. Forma parte de la Junta directiva de ACADE y pertenece a asociaciones nacionales e internacionales de reconocido prestigio, como IB World Schools.
El grupo Colegios Siglo XXI, fundado en 1962, es una empresa familiar de segunda generación con los fundadores en activo e incorporando la 3ª generación. En la actualidad, con 5.980 alumnos y 975 trabajadores, es uno de los grupos educativos laicos líderes en el ámbito nacional.

Toño Pons es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de València, MBA por el Instituto de Empresa, Programa ADECA en San Telmo. Desde 2018, y tras haber ocupado la dirección comercial y la dirección general del negocio de frutos secos, preside Importaco, compañía internacional fundada en 1940 que gestiona una amplia gama de productos procedentes de sus dos negocios de alimentación: frutos secos y agua mineral. Orientada a la alimentación sana y saludable y a la calidad de sus productos, líderes gracias a la excelencia de su innovación, Importaco dispone hoy de 38 centros de trabajo en 7 países diferentes y se ha consolidado como el mayor distribuidor de frutos secos nacional y uno de los más grandes de Europa. Comprometido con la excelencia y la calidad, Toño Pons lidera los planes para consolidar el crecimiento de la compañía basados en la salud, la sostenibilidad y la especialización.

 

AVE y Fundación Étnor debaten sobre el impacto social de los empresarios

La ética sí es rentable para las empresas y las sociedades, así se ha puesto de manifiesto en la mesa de debate “El impacto social del empresario” hemos organizado conjuntamente con la Fundación Étnor el XXX Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor “Caminos de futuro en tiempos de coronavirus. Una perspectiva ética”.

Durante el seminario, Enrique Silla, fundador de Jeanología y Julián Mendoza, director de Calidad, Seguridad y RSE de GD Energy Services (GDES) han expuesto sus respectivos modelos de acción empresarial, así como los valores que los sustentan.

Enrique Silla se ha referido al impacto medioambiental del sector textil, responsable del 20% de la contaminación de las aguas del planeta y del 30% de las emisiones del transporte marítimo internacional. Silla fundó Jeanología hace 25 años con la misión de transformar, a partir de nuevas tecnologías, la forma de producir textiles eliminando el agua y cualquier producto químico tóxico. “Una forma más ética, eficiente, ecoeficiente y sostenible de producir”, explica. Hoy en día, en torno al 35-40% de los jeans que se producen en el mundo se realiza con las tecnologías de esta empresa valenciana con implantación en 19 países y con una fuerte cultura empresarial basada en valores, la razón de ser de la compañía.

Enrique Silla, fundador de Jeanología

“Nunca invertiría en una empresa que no tiene una misión clara. Una razón de existir”, asegura el fundador de Jeanología, que ya en 2008 inició una cuenta de resultados ecológicos. El pasado año, esta cuenta de resultados supuso la eliminación de 15 millones de metros cúbicos de agua contaminada con productos altamente perjudiciales para la salud, el equivalente del consumo de una ciudad como Valencia. Tras la pandemia, la empresa se ha fijado un nuevo objetivo: en 2025 no se producirá ni una prenda textil que contamine. “No hay economía sin ecología. Las compañías que no logren alinear el beneficio con el cuidado del planeta no sobrevivirán” asegura Silla.

“El talento se atrae con emociones. ¿Hay algo más emocionante que contribuir con tu impacto a un mundo mejor?” Enrique Silla, fundador de Jeanología

Por su parte, Julián Mendoza asegura que la variable social, y sobre todo la ambiental, forman parte de la cultura de empresa de GDES. “Trabajamos en el sector nuclear y el eólico, energías libres de carbón, que es el elemento clave para combatir el cambio climático y el calentamiento global. El 90% de nuestra facturación se desarrolla en energías libres de carbón”, explica.

Julián Mendoza, director de Calidad, Seguridad y RSE de GD Energy Services (GDES)

Hace más de una década que GDES suscribió el Pacto Mundial de Naciones Unidas, una fase de “aprendizaje” que, en su evolución, ha llevado a que hoy todo el plan estratégico de la empresa esté basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “Invertir sobre la base de ODS como la acción por el clima, la formación, el fomento de la igualdad o la innovación aporta un retorno real en la cuenta de resultados de la empresa y es lo que le dará permanencia y sostenibilidad”, asegura el director de Calidad, Seguridad y RSE de GDES.

“Como empresa familiar, ser sostenibles como legado para futuras generaciones está en nuestro ADN. La sostenibilidad debe ser la base de la estrategia de la organización”, Julián Mendoza

Jesús Conill, patrono de la Fundación Étnor y catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universitat de València, ha moderado el debate y ha emplazado a seguir colaborando para que, desde el diálogo, las experiencias y la reflexión, “intentar aprender a hacer las cosas lo mejor posible aspirando a lo óptimo”.

Jesús Conill, patrono de la Fundación Étnor y catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universitat de València

La directora académica de la Fundación Étnor, Adela Cortina, y su vicepresidente y secretario general y director de AVE, Diego Lorente, han inaugurado el Seminario de Étnor. Diego Lorente ha destacado el carácter pionero de Étnor en España para unir a empresarios, directivos y académicos en el fomento de la ética de la empresa y de las organizaciones.

Vicepresidente de la Fundación Étnor y secretario general y director de AVE, Diego Lorente

Lorente ha asegurado que los empresarios son ciudadanos que han decidido poner en marcha proyectos empresariales, con el riesgo que ello supone, pero también con la satisfacción que conlleva generar empleo, crear cultura empresarial, transmitir valores y dejar un legado a las futuras generaciones.

“Una vez más, la Comunitat Valenciana es referente en España gracias a una iniciativa de la sociedad civil que permite aunar el talento profesional e investigador”. Diego Lorente

“Huimos de esa tan manida frase de que el empresario tiene que devolver a la sociedad lo que ésta le ha dado y defendemos que el empresario, como parte de la sociedad, debe comprometerse con su desarrollo y fortalecimiento”, ha aseverado.

Adela Cortina también ha aludido a las tres décadas de existencia de la Fundación Étnor, tiempo que ha permitido confirmar que la ética sí es rentable para las empresas y las sociedades. “Necesitamos empresas que se comprometan con la sociedad y una sociedad comprometida con las empresas”, ha concluido y ha animado a seguir colaborando y compartiendo experiencias porque “la empresa del futuro será ética, social, verde o no será”, ha asegurado.

Adela Cortina, directora académica de la Fundación Étnor