Claves para la internacionalización de la Empresa Familiar (mayo 2020)
Objetivos del documento:
En los últimos años, cada vez oímos hablar más de la internacionalización de la empresa, y el número de firmas que se involucran en actividades internacionales crece continuamente, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas familiares.
La globalización contribuye a que operar en otros países sea, cada día, más accesible para todo tipo de organizaciones. El fenómeno de la globalización hace crecer las facilidades en términos de logística, comunicaciones, reducción de barreras arancelarias, acuerdos comerciales, homogeneización de todo tipo de formatos, facilidades para la inversión, convergencia creciente en los gustos y estilos de vida en los distintos países, etc. La empresa familiar no es ajena a este fenómeno y también está forjándose un perfil, cada vez, más internacional. Sin embargo, su orientación internacional se sitúa en algunos aspectos menos desarrollada que la de las empresas no familiares, especialmente en lo relativo a la inversión directa en filiales ubicadas en otros países.
En España, la cifra de empresas exportadoras se ha duplicado en los últimos diez años. El saldo comercial de nuestro país mejora continuamente y la suma de exportaciones de productos y servicios, el turismo internacional, las inversiones de las empresas en el exterior, etc. hacen de nuestro país uno de los más internacionalizados del planeta.
Ahora bien, la internacionalización también entraña riesgos y es evidente que no todas las empresas tienen el mismo éxito a la hora de abordar su andadura internacional. De hecho, no es raro conocer casos de empresas que fracasan en el intento o cuyos resultados distan mucho de ser los esperados.
¿Qué es lo que hace que unas empresas tengan más éxito que otras en su camino hacia la internacionalización? ¿Es posible disponer de algún tipo de instrumento que permita evaluar anticipadamente las posibilidades de éxito?
Si fuéramos capaces de identificar y analizar las claves del éxito de una empresa en su internacionalización, podríamos hacernos una idea más clara de las posibilidades que tiene cada firma, de modo que podríamos ajustar la estrategia internacional a las expectativas reales del punto de partida, con el consiguiente ahorro de costes y esfuerzos.
También nos serviría para implementar mejoras o desarrollar acciones correctivas, ya en fases tempranas, que incrementaran las posibilidades de alcanzar el éxito en los mercados exteriores. En el caso concreto de las empresas familiares, entre las que abundan las firmas de tamaño modesto y con mayores limitaciones de recursos derivadas de su estructura de propiedad (los propietarios son personas pertenecientes a una familia propietaria y no accionistas terceros ni fondos de inversión), la evaluación de las posibilidades de éxito en los mercados internacionales adquiere todavía una mayor relevancia.