La Transformación de la Economia Valenciana es responsabilidad de todos

 


Autor:         Francisco Pons Alcoy


Fecha:        5 de Abril de 2009


Medio:        El Mundo, El País, Información, Las Provincias, Levante.


 
 

 


 


LA TRANSFORMACIÓN DE LA ECONOMÍA VALENCIANA
ES RESPONSABILIDAD DE TODOS

 


 


 


Desde el año 2003 AVE ha venido llamando la atención sobre el carácter insostenible del modelo de crecimiento de la Comunidad Valenciana, con la construcción y los servicios de bajo valor como principales motores de la economía, con el declive del sector industrial y con un débil desarrollo de las actividades sustentadas en el conocimiento.


 


La consecuencia lógica de este modelo de crecimiento ha sido un casi nulo crecimiento de la productividad y una gran vulnerabilidad de la economía valenciana. Lo primero explicaba, en nuestra opinión, la pérdida de posiciones en el ranking regional del PIB per cápita. Lo segundo auguraba una recesión más profunda que la de regiones con un modelo de crecimiento más equilibrado.


 


Nuestra propuesta fue la de aprovechar el momento de bonanza para impulsar un proceso de diversificación, de fortalecimiento del músculo empresarial, de internacionalización y de desarrollo del sistema de innovación.


 


Pero, desgraciadamente, al ir las cosas demasiado bien nuestra llamada de atención ha sido sistemáticamente desatendida porque iba contra corriente, era molesta y se consideraba prematura e incluso generó malas interpretaciones.


 


La tozuda realidad ha venido a darnos la razón de forma brusca e intempestiva, como lo ponen de relieve:


 


1.           Que nuestra economía haya crecido sólo un 0,5% en el año 2008, la tasa más baja de las regiones españolas, y a una respetable distancia de la media nacional (1,2%).


 


2.           El rápido crecimiento del desempleo, cuya tasa ha pasado del 8,4% en el año 2006, al 14,9% en el 2008, lo que nos ha llevado a pasar de una mejor situación que España en el primer año (8,4% frente al 8,5%) a superarla en un punto (14,9% frente al 13,9%) en el último.


 


3.           Que nuestra posición en el ranking de la renta per cápita española ha seguido bajando.


 


La tendencia de la economía y la evolución prevista para los próximos tiempos no puede ser más pesimista, como lo atestigua el parón de la construcción y la evolución del comercio minorista, que no sólo ha disminuido un 15,4% entre febrero de 2008 y febrero de 2009, sino que presenta a la Comunidad Valenciana como la región que más acusa este declive.


 


Dada la dependencia de nuestra economía respecto a dos grandes actividades, la construcción y los servicios, muy intensivas en mano de obra y en pleno epicentro de la crisis global, podemos esperar que la economía valenciana siga deteriorándose más que la nacional, lo que es mucho, y también el mercado de trabajo, con el consiguiente efecto sobre las expectativas, el pesimismo colectivo, la debilitación de la confianza y la tensión social. Tendencias que en nada favorecen la espontánea recuperación de la economía.


 


En las organizaciones inteligentes los momentos de crisis crean situaciones de gran tensión, pero también de acción creativa y transformadora como en ningún otro momento. Los empresarios lo sabemos. Y sabemos que las crisis nos sitúan ante la tesitura de transformar a fondo y en poco tiempo nuestras empresas, o desaparecer. Son momentos de destrucción creativa por excelencia, en los que toda la organización se pone a trabajar para reinventarse. Son momentos difíciles y de alto riesgo, pero apasionantes, donde hay que sacar lo mejor de todos y aplicarlo con inteligencia y generosidad.


 


La sociedad valenciana ha vivido una década de bonanza, pero esto se ha acabado. Lo que ayer funcionaba hoy ya no sirve. Nos dejamos cegar por la abundancia y perdimos la perspectiva. Nos las prometíamos muy felices…


 


Pero no todo está perdido. De nada sirve rasgarse las vestiduras. Hay que espabilar.


 


Las sociedades proactivas sacan en estos momentos lo mejor de ellas para hacer de la necesidad virtud. Con sensatez, frialdad de mente, altura de miras, generosidad, visión compartida, proyecto discutido y ampliamente participado y coordinación de esfuerzos. Porque recursos tenemos más que nunca: capacidad empresarial y profesional, capital humano, recursos institucionales y experiencia de diálogo social y de construcción de proyectos colectivos.


 


Sería un error echar por la borda tantos recursos estratégicos sucumbiendo a la desesperación y al desconcierto originado por las turbulencias creadas por la crisis internacional y por nuestro modelo de crecimiento.


 


Pensando en la construcción de un futuro mejor, del que todos nos beneficiemos y al que todos aportemos lo mejor de nosotros mismos, debemos:


 


a)           adaptar nuestra mente y el proyecto colectivo que es nuestra economía a los nuevos tiempos, a un entorno distinto al de ayer.


 


b)          repensar nuestro camino y la forma de hacer y actuar.


 


c)           construir un diagnóstico compartido de la situación, identificar nuestras debilidades y fortalezas y visualizar las amenazas y oportunidades.


 


Lo anterior no es tarea sólo de los que tienen la responsabilidad de gobernarnos. Construir un nuevo modelo de desarrollo sustentado en el conocimiento es una labor que precisa tiempo y en la que todos estamos obligados participar, sin dogmatismos, con confianza y respeto en la capacidad de los demás actores:


 


1.           Los políticos. La coordinación institucional entre todos los niveles de la Administración es imprescindible si queremos salir de la situación actual y recuperar el tiempo perdido. Debe abandonarse la confrontación sistemática que caracteriza nuestra vida pública dejando paso al diálogo político constructivo entre la clase política de nuestra Comunidad y la del Gobierno de España, porque ahí precisamente es donde reside la capacidad y la virtud del liderazgo responsable. Dicho liderazgo permitiría que se afrontasen con firmeza aquellas reformas ineludibles tendentes a recuperar la competitividad de nuestra economía.


 


2.           Los empresarios. Tenemos la gran responsabilidad de liderar la transformación del sistema productivo, trabajando para identificar oportunidades y desarrollar ambientes creativos, sustentados en la competencia y la cooperación. Tenemos la obligación de ilusionar, motivar e implicar a los trabajadores en el proceso de transformación de nuestras empresas y en la construcción de nuevos conceptos de negocio. Transparencia, rigor, ética, austeridad y compromiso deben ser valores ineludibles de cualquier empresario. De nosotros depende también el desarrollo de un sólido sistema de innovación, en el que la producción de conocimiento se ponga al servicio de la economía y de la sociedad.


 


3.           Los sindicatos y los trabajadores. Su participación es crítica en este proceso de construcción del futuro. La forma como pensamos las relaciones laborales y el funcionamiento del mercado de trabajo debe adaptarse a los tiempos de la globalización y la economía del conocimiento, que además de requerir una especial atención a la formación y mejora continua, exigen un marco de relaciones laborales que facilite la rápida adaptación, imprescindible en un momento de aceleración de la creación de conocimiento y del cambio organizativo y de la división espacial del trabajo. La eliminación del absentismo, la elevación de la productividad y la competitividad deben ser ejes de su compromiso.


 


4.           Los actores del sistema educativo y de investigación. Su acción y actividad debe contribuir, mediante su implicación activa y su compromiso, al cambio de modelo.


 


5.           Las distintas organizaciones de la sociedad civil valenciana. Deben hacerse oír, participar, opinar, aportar, dado que hay mucho conocimiento oculto.


 


Empezar este proceso no admite compás de espera, porque el tiempo no perdona. No nos dejemos arrastrar por el desconcierto, el pesimismo y las turbulencias de la crisis. Cojamos el futuro en nuestras manos, construyendo conjunta y coordinadamente un ambiente que fomente la creatividad y el comportamiento inteligente. Este ambiente no es otro que el de la movilización de los actores políticos, sociales y económicos, el diálogo abierto y el diseño compartido de una estrategia transformadora.


 


El catalizador de este proceso debe ser la Generalitat, pero la responsabilidad de escribir el guión, montar el escenario, organizar y asignar los papeles y ejecutar la función, es de todos. AVE va a trabajar con la vista puesta en esta meta, empezando por la reflexión interna que nos permita aportar elementos para el diseño de un movimiento estratégico para la Comunidad Valenciana.


 

(040208)-levante_la-aplicación-del-protocolo-de-kioto-a-la-i….pdf