Riesgos Actuales de la Empresa Familiar y su Tratamiento

EL IVEFA Y AVE ANALIZAN LOS RIESGOS ACTUALES DE LAS EMPRESAS FAMILIARES


 


 


El objetivo de la sesión fue facilitar las claves para realizar un diagnóstico certero de la situación socio-económica actual, identificar los riesgos que especialmente afectan a las empresas familiares y establecer las pautas de actuación para adoptar las decisiones estratégicas y reforzar la solvencia financiera de las empresas preservando el patrimonio de la familia propietaria.


 


Estamos viviendo una situación de incertidumbre, en la que uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las empresas familiares es el acceso a las fuentes de financiación.


 


En los últimos tres meses, y según datos recientes del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, la mayor parte de las pymes españolas (el 76,8%) ha intentado acceder a financiación externa –en más de un 80% de los casos para financiar circulante-, y el 89% de las Pymes que se han dirigido a entidades financieras han tenido problemas para acceder a la financiación.  Teniendo en cuenta que el 85% de las empresas españolas son de carácter familiar podemos afirmar que un alto porcentaje de las mismas tienen serias dificultades para acceder a las fuentes de financiación.


 


Esta circunstancia unida a la severa caída de la demanda obliga al empresario familiar a  adoptar decisiones asumiendo riesgos que es necesario identificar y valorar para delimitar su alcance intentando evitar que dicha situación pueda afectar a la propia estabilidad patrimonial de la familia propietaria.


 


A todo ello, se dio respuesta en la Jornada “Los Riesgos Actuales de la Empresa Familiar y su tratamiento” que el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar –IVEFA-, y la Asociación Valenciana de Empresarios –AVE- organizaron el pasado miércoles, 20 de mayo.


 


En la presentación de la jornada, el Director del IVEFA, Ignacio Tormo, destacó la importancia de “huir de la precipitación y las decisiones improvisadas” para adoptar “pautas de reflexión que permitan establecer un diagnóstico certero de la situación que afecta a cada una de las empresas poniéndolo en relación con el marco económico global, determinando las causas determinantes de dicha situación e identificando los riesgos directos e indirectos que de ella se derivan ya que sólo así podremos adoptar las decisiones y aplicar las soluciones que nos permitan superar la crisis y desarrollarnos en el futuro.”


 


A continuación, el ponente Carlos Roy, Socio-Director de la Consultora Unilco, con una contrastada y dilatada experiencia en el ámbito financiero y de la consultoría de empresas familiares, inició su intervención señalando que “estamos viviendo una época caracterizada por una crisis financiera, y una crisis de principios fundamentales. A las consecuencias directas de esta situación hay que añadir las consecuencias colaterales, especialmente en el ámbito de las empresas familiares: se genera o acentúa la pérdida de confianza entre los miembros de la familia que se manifiesta especialmente en enfrentamientos entre accionistas activos y pasivos; disminuye e sentimiento de compromiso y la ilusión de los propietarios, agravado por visiones diferentes respecto al proyecto empresarial; se acentúa la desestructuración e ineficacia de los órganos de gobierno y se agravan las consecuencias de una insuficiente o inexacta  información económico-financiera de la empresa, entre otras”.


 


El socio director de Unilco, incidió en que la clave está en fomentar una cultura basada en la capacidad de identificar los riesgos y diferenciar su tipología aplicando sistemas para detectarlos, valorarlos y gestionarlos, y reflexionar sobre las pautas o criterios que nos permitan afrontarlos. “El concepto de riesgo suele asociarse con conceptos como la casualidad, el contratiempo, incertidumbre; y rara vez se asocian a la previsión, el control, o el seguimiento” señaló.


 


En cuanto a las empresas familiares, destacó que deben tener presente que, por definición, hay determinados peligros a los que están expuestas tales como: no haber preparado la sucesión, los efectos de una deficiente comunicación entre los miembros de la familia empresaria, anteponer los intereses individuales a los de la familia y la empresa, no diferenciar la esfera familiar y la esfera empresarial, entre otros.


 


Roy concluyó su intervención señalando algunas guías para la reflexión: “es necesario realizar una valoración tipo DAFO de nuestra empresa y actualizarla periódicamente, así como un análisis de la evolución de los aspectos  económico-financieros poniendo en relación los ámbitos empresarial y patrimonial, para poder determinar, en todo momento, qué es lo que está en juego y hasta donde estamos dispuestos a arriesgar. En definitiva, hay que plantear, estudiar, valorar, contrastar y decidir, teniendo en cuenta un máxima: Ante la duda (seria), abstenerse”.


 


 


 

(090429)-consideraciones-sobre-la-propuesta-para-la-reactivación-laboral-de-españa.pdf