El Futuro de las Cajas Valenciana en el Contexto Actual I

EL FUTURO DE LAS


CAJAS VALENCIANAS


EN EL CONTEXTO ACTUAL


I


 


Julio de 2009


1- Introducción



El debate sobre la conveniencia o no de la fusión de las dos principales cajas Valencianas, BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO, viene de lejos. La conclusión a la que se llegó hace tan sólo unos pocos años fue que la fusión no aportaba ventajas. A lo más que se llegó fue a la constitución de la Corporación Financiera, de vida lánguida.



En los últimos meses, a impulsos de la crisis económica y de las tensiones que está sufriendo el sistema financiero, se está asistiendo a procesos de negociación con el objeto de generar una concentración, de momento de carácter intrarregional, de diversas cajas de ahorro. Así ha ocurrido en Andalucía y en Cataluña y, con menos publicidad, en el País Vasco y Castilla León.



¿Pero qué pasa en la Comunidad Valenciana? ¿Cambia la actual situación económica las condiciones que llevaron a desestimar la fusión entre las dos grandes cajas valencianas, BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO, hace sólo unos pocos años?



La Comunidad Valenciana es sede de la tercera y cuarta caja de ahorros de este país por valor de sus activos. Juntas podrían llegar a formar la segunda caja nacional, por delante de Caja Madrid.



Cuadro 1: Ranking de cajas españolas por activos en marzo de 2009



CAJA

ACTIVOS EN MM DE EUROS

LA CAIXA

260.827

CAJA MADRID

180.970

BANCAJA

106.500

CAM

75.472

CAIXA CATALUNYA

63.327

FUSIÓN CAJAS ANDALUZAS

53.172

FUSIÓN CAJAS CATALANAS

26.851




El que esto sea así no es casual. La Comunidad Valenciana lleva ventaja a otras regiones en las fusiones, pues éstas aquí se hicieron de forma progresiva y pausada hace años. Tanto BANCAJA como CAJA MEDITERRÁNEO son el producto de la fusión de veintiséis cajas, la mayor parte de carácter local. Aunque en otras regiones las fusiones también se dieron, en ningún sitio alcanzaron la relevancia que este proceso ha tenido en la Comunidad Valenciana. Esto supone un punto de partida muy distinto al de otras regiones.


 


Cuadro 2: Entidades fusionadas en BANCAJA.



Caja de Ahorros de Valencia

Cajas de Ahorros y Monte de Piedad de Alzira

Caja de Ahorros de Villareal

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Alberique

Caja de Ahorros de Játiva

Caja de Ahorros de Gandia

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segorbe

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón

Caja de Ahorros y Socorros de Sagunto

Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet


 


 


Cuadro 3: Entidades fusionadas en CAJA MEDITERRÁNEO.



Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Alicante

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la Ciudad de Elche

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de de la Cámara Agrícola de Jumilla

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Yecla

Caja Rural de Ahorros y Préstamos del Sindicato Católico Agrícola de Yecla

Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cartagena

Caja Regional Murciano-Albacetense Previsión Social y Monte de Piedad de Murcia

Caja Rural de Ahorros y Préstamos del Sindicato Católico-Agrícola «el Progreso» de Caudete

Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy

Caja de Ahorros de Novelda

Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Ntra. Sra. Dolores de Crevillente

Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Ntra. Sra. de Monserrate de Orihuela

Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Alhama de Murcia

Cooperativa de Crédito de Jávea

Cooperativa Caja Naval de Crédito de Madrid

Caja de Ahorros de Torrent

Caja de Ahorros Provincial de Alicante y Valencia



 

2- ¿Deben fusionarse BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO en la coyuntura actual?



Desde nuestro punto de vista, las alternativas que hoy se pueden plantear en la Comunidad Valenciana son varias:


Dejar la situación como está y afrontar el futuro desde el crecimiento orgánico de las dos grandes entidades.



Integrar las dos cajas, pudiendo crear la segunda caja española por activos.


Impulsar procesos de fusión con cajas de otras regiones incrementando, por esta vía, el músculo financiero y los mercados de las dos cajas valencianas.



Desde AVE creemos que el contexto actual exige racionalización y fortalecimiento económico de las cajas en general, y extensión y diversificación de sus mercados que diluya el riesgo de concentración regional.



Para seguir fortaleciéndose en un escenario, como el actual, de crisis y transformación del sistema productivo y racionalización del sistema financiero, las Cajas valencianas necesitan evitar la actual concentración regional de sus mercados y expandirse en otros territorios, para lo cual las fusiones interregionales constituyen un buen instrumento.



Por su condición de grandes cajas, su prestigio, dinamismo y sólida gestión, las valencianas están en buenas condiciones para pilotar procesos de fusión que permitan conseguir estos objetivos, pero no somos partidarios, en principio, y de acuerdo con las circunstancias que concurren en la actualidad, de una fusión entre las dos grandes cajas valencianas. Si bien esta fusión podría permitir crear la segunda mayor caja de ahorros de España, y para algunos esto posiblemente fuera suficiente, cuando de fusiones entre instituciones financieras se trata, hay otras cuestiones que también deben contar, y posiblemente más.



A nuestro entender, las razones que a día de hoy justifican este posicionamiento son las siguientes:


1. Pérdida de puestos de trabajo



Estamos en un periodo en el que las cifras del paro se han disparado en la Comunidad Valenciana, y un proceso de fusión entre cajas cuyo principal mercado es el valenciano, que cuentan con una gran red de oficinas extendida por toda la Región y que compiten directamente, supondría un importante impacto sobre el empleo. Por racionalidad económica, tal fusión llevaría al cierre de muchas oficinas, especialmente en los lugares donde las dos cajas están presentes, que son muy numerosos en la Comunidad Valenciana.


2. Duplicidad de redes



A diferencia de lo que ocurriría con la fusión con entidades de otras regiones, la fusión entre BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO apenas supondría un aumento de su respectivo espacio de actuación. Y con mucha probabilidad su cuota de mercado conjunta se vería reducida. Teniendo en cuenta su coincidencia en los mismos espacios, su condición de entidades financieras de referencia de los valencianos y el hecho de que tanto empresas como ciudadanos suelen operar con más de una entidad, y con mucha frecuencia con las dos cajas valencianas a la vez, la fusión podría traer como consecuencia el desplazamiento de parte de los depósitos y créditos a otras entidades.


3. Pérdida de centros de decisión en la Comunidad Valenciana



La fusión entre BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO supondría pasar de dos centros de decisión financiero de nivel nacional a uno, con la mengua de influencia y poder de decisión que ello comporta.


4. Dependencia de un mismo mercado



La diversificación de mercados constituye no sólo un vehículo de expansión de las entidades financieras, sino también un mecanismo de estabilización de sus flujos de depósitos y créditos, y un factor de crecimiento y estabilidad en los resultados, al conectarse con economías con distinta estructura y dinámica económica.



En un momento de crisis y transformación como el que se está viviendo, es importante para las entidades financieras estar en distintos escenarios económicos para seguir desarrollándose. Una fusión con cajas de otras regiones, sin pérdida de liderazgo de las entidades valencianas, supondría un reforzamiento en su diversificación, estabilidad y dinamismo.


5. Problemas de integración de dos grandes organizaciones



La integración entre organizaciones no es sólo un proceso funcional, sino también cultural. Cuando de dos grandes organizaciones de tamaño similar se trata, la integración tiende a derivar en choque de culturas, que con frecuencia trae consigo perturbaciones funcionales poco deseables en un momento económicamente complicado como el actual. El proceso es menos peligroso cuando de organizaciones de muy distinto tamaño se trata.



Aparte de las razones que acaban de esgrimirse para desaconsejar la fusión de BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO, de acuerdo con las condiciones que concurren en la actualidad, y apostar por fusiones interregionales, consideramos que cualquier proceso de fusión en el que participen nuestras dos principales cajas, ahora o en el futuro, debe responder a los siguientes criterios:


Las cajas valencianas deben liderar los procesos de fusión en los que participen. Integrar y no ser integrados.



Nuestras cajas deben decidir cuándo y con quién se fusionan. Que nadie de fuera de la organización decida por ellas.



Las fusiones que protagonicen nuestras cajas deben aportarles valor, solvencia y proyección de futuro.



3- Desarrollar formas de cooperación entre las Cajas valencianas



La elaboración de las hojas de ruta de los procesos de fusión deben llevarla a cabo, con la máxima independencia, las propias organizaciones. Pero sería deseable que, en un contexto como el actual, de creciente complejidad y cambio de escenario económico, se desarrollase la colaboración estratégica leal entre las dos organizaciones.



Esto es útil tanto para crear ventajas competitivas como para impulsar proyectos de colaboración rentables, innovadores y estratégicos, que, al tiempo que fortalecen a las entidades, contribuyan al desarrollo de la Comunidad Valenciana.



El futuro de la economía global y del conocimiento exige de nuevas formas de implicación de las instituciones financieras en la dinámica productiva, a través del capital desarrollo y el capital riesgo, por ejemplo, o del soporte a los procesos de internacionalización y de creación de campeones sectoriales. En cuestiones de esta naturaleza, la cooperación entre instituciones comprometidas con el desarrollo de la economía valenciana, como son BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO, puede ser beneficiosa para todos.



Pero tan importante como lo anterior es que dichos procesos de cooperación crean no sólo sinergias empresariales sino mutuo conocimiento y condiciones para acumular confianza. Elementos estos que, en un contexto diferente y si la dinámica del mercado lo aconseja, facilitarían la integración de las dos entidades con muchas menores tensiones y costes.



Así como AVE no es partidaria, en el contexto actual, de la fusión entre las dos grandes Cajas valencianas, sí considera imprescindible conjugar cooperación y competencia entre ellas, convencidos de que eso contribuirá al desarrollo de las entidades financieras valencianas y al de la economía regional como un todo. Además el trabajar de forma conjunta, sobre la base de una sólida confianza y mejor conocimiento de ambas haría que se estuviese más preparado para facilitar una posible fusión entre ellas en el futuro si las condiciones de mercado así lo aconsejasen.


4- Despolitización



Debemos felicitarnos porque contamos con dos cajas líderes, muy bien gestionadas y comprometidas en el desarrollo de nuestra economía y de nuestra sociedad.



Pero la reestructuración en marcha, la necesidad de adaptarse con agilidad y coherencia a un entorno en rápido cambio, la creciente competencia sustentada en la calidad del servicio y el rigor en el análisis de riesgos y proyectos, etc., hacen cada vez más estratégica la capacidad, profesionalidad e independencia de los miembros de los consejos de administración de las entidades financieras, y de manera especial las que tienen un compromiso social fundacional, como son las cajas.



Para facilitar este proceso de cambio y adaptación al entorno, la despolitización de las cajas es una necesidad ineludible.



A este respecto, desde AVE consideramos clave el que se profundice en la despolitización de las cajas, promoviendo los cambios legislativos que resulten necesarios, en un doble sentido:


a) Mayor presencia de empresarios y profesionales de prestigio en sus consejos de administración.



b) Menor injerencia política en la toma de decisiones de las cajas.


 


5- Búsqueda de fórmulas que aseguren una mayor independencia y rigor en el funcionamiento de las Cajas



Para el fortalecimiento de las cajas y de su independencia una solución que podría ser adecuada sería la del crecimiento de su capital social mediante el recurso al mercado, utilizando la formula ya inaugurada por CAJA MEDITERRÁNEO de las cuotas participativas.



Pero para que estas cuotas sean más atractivas, es necesario avanzar hacia una mayor presencia de los propietarios de las mismas en los consejos de administración de las entidades; en definitiva que dichas cuotas participativas llevasen aparejados derechos políticos. En el bien entendido que más que alterar el sentido fundacional de la institución, viene a adaptarla a los tiempos e impulsar el rigor e independencia en su funcionamiento.



En todo caso, no descartamos cualquier otra fórmula por la que dotando de una mayor transparencia y rigor a la gestión de las cajas se consiguiese que las mismas fueran más competitivas y estuvieran más fortalecidas para seguir en puestos de liderazgo en un mercado cada día más exigente.



 


 

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