Nota de Prensa Reunión Multinacionales
El día 26 de febrero ha tenido lugar, en la sede de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), una reunión de altos directivos de empresas de origen valenciano y otras que sin serlo están asentadas en la Comunidad, todas ellas con fuerte proyección internacional, para debatir sobre las fortalezas y debilidades de la economía valenciana, las amenazas y oportunidades que la afectan y algunas variables críticas para que esta economía se adapte exitosamente a los cambios en la división internacional del trabajo y a la economía del conocimiento. El acto fue presidido por el presidente de AVE, Francisco Pons, y el debate moderado por Juan Antonio Tomás Carpi, catedrático de la Universidad de Valencia. Entre los altos directivos presentes estaban Ignacio Galán, consejero delegado de IBERDROLA, Cristina Semiao, directora general de IBM, Jaime Ferri, presidente de FAMOSA, Juan Antonio Simonet, director general de MSL, Salvador Duart, presidente y director general de AUTOLIV BKI, David Clark, de FORD, Ángel Blanco, Subdirector General de BSCH, Guillermo Garcia Castellón, de MAPFRE, Rafael Benavent, presidente de KERABEN y del consejo social de la Universidad Jaime I, Francisco Segura, Pablo Serratosa, Silvino Navarro Casanova, etc.
Algo en lo que todos los presentes coincidieron es en el dinamismo, capacidad de adaptación y creatividad que ha caracterizado a la economía y sociedad valenciana, lo que constituye un rasgo cultural y una propiedad de esta sociedad que, en opinión de los empresarios globales, representa una ventaja fundamental para una economía obligada a aprender y cambiar continuamente a alto ritmo.
No menos importante, en opinión de los directivos empresariales allí presentes, es la existencia de un ambiente acogedor a los inversores externos, con una Administración y un sistema empresarial con los que es fácil trabajar.
La proactividad institucional y empresarial fueron también rasgos destacados de las capacidades de adaptación del territorio, así como la flexibilidad empresarial, el buen clima social y la existencia de sólidos distritos industriales, fuentes de generación de economías externas, de dinamismo empresarial, de progreso tecnológico, reforzado por los institutos tecnológicos, y de relación fluida con la economía internacional.
La disponibilidad de mano de obra cualificada y el alto nivel de formación de los titulados universitarios constituyen un importante activo para las empresas de tecnología más avanzada, destacándose el potencial de investigación y desarrollo que encierra la oferta de capital humano existente y que le confieren ventajas distintivas en el contexto europeo, respecto al que cuenta con ventajas salariales.
La calidad de vida que el medio ambiente natural, urbano y social genera, un factor de creciente relevancia para la atracción de empresas y personas, fue otra ventaja competitiva del territorio que se destacó.
La atomización empresarial, así como la intensidad en mano de obra de muchas actividades productivas valencianas, unido a las deficiencias en cualificación empresarial e insuficiente profesionalización de la gestión de las pequeñas empresas, fueron las debilidades del sistema productivo que más se destacaron.
La sucesión empresarial en la que están insertas muchas de estas organizaciones es un proceso ambivalente, ya que si bien genera turbulencias propias de las fases de cambio de dirección, también constituye un factor de transformación de la mano de gente mucho más formada. Es importante, sin embargo, destacar que este no es un fenómeno privativo de la Comunidad Valenciana, siendo extensible a España y otros países.
Pero la realidad empresarial y sectorial valenciana no es homogénea, existiendo dentro de un mismo sector y espacio trayectorias empresariales diferentes, con empresas tecnológica, gerencial y organizativamente más avanzadas. Empresas que ya se están adaptando exitosamente al cambio de entorno y generan efecto demostración en sus respectivos sectores y espacios; empresas en proceso de internacionalización; algunos campeones internacionales en sus sectores de actividad, etc. Esta combinación, unida al papel dinamizador del sistema de institutos tecnológicos y el desarrollo del terciario avanzado, permite albergar esperanzas respecto a una adaptación exitosa de la industria valenciana con una creciente especialización en actividades y fases de las ramas industriales tradicionales más complejas, exigentes en conocimiento, de mayor valor añadido y menos afectables por la tendencia de la deslocalización. La economía valenciana cuenta ya con una dilatada experiencia de transformaciones de esta naturaleza que sin lugar a dudas constituye una ventaja.
La escasa propensión asociativa del empresariado valenciano, la débil conexión entre el sistema empresarial y los sistemas de investigación y formación, la baja tasa de inversión en I+D y la carencia de una imagen de marca en la mayoría de sectores, constituyen debilidades que fueron destacadas y que merecen la máxima atención, tanto del empresariado como de la Administración. Su superación es una condición de gran importancia para ganar en capacidad de adaptación, innovación y especialización en actividades intensivas en conocimiento.
Una desventaja fundamental de la Comunidad Valenciana en el contexto de una economía global la constituye, a juicio de los directivos presentes, las dificultades existentes de comunicación con Europa. La accesibilidad a los centros de decisión y otras plantas de la misma empresa, así como a los mercados, es un importante factor de localización del que la Comunidad Valenciana está privada por los problemas de comunicación aérea y la ausencia de la alta velocidad a Madrid.
Hubo coincidencia en que las oportunidades son mayores que las amenazas, destacando las derivadas de la diversificación del turismo, el impulso generado por la Copa América, el atractivo del territorio para la inversión externa una vez superadas las trabas de la accesibilidad, el atractivo residencial por la calidad de vida y ambiente amable, la capacidad de reacción y creatividad de la sociedad valenciana, así como las oportunidades existentes para posicionarse ventajosamente en sectores de demanda emergente.
La ampliación de la Unión Europea a los países del Este se contempla como una amenaza y como una oportunidad, no sólo por los mercados, sino también para la reorganización de la división espacial de las empresas valencianas, en beneficio de actividades de mayor valor añadido y conocimiento y de la competitividad de los productos tradicionales. Pero la penetración en actividades intensivas en conocimiento y servicios avanzados obliga a poner un gran énfasis en el desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones, la formación en tecnologías de la información y en la lengua inglesa.
En definitiva, sin pecar de exceso de optimismo, los asistentes al debate sobre el presente y el futuro de la economía valenciana celebrado en la sede de la Asociación Valenciana de Empresarios, coincidieron en que la Comunidad Valenciana tiene capacidades y oportunidades para aspirar a un futuro prometedor siempre y cuando la creatividad mostrada hasta ahora se proyecte en el desarrollo de una economía más intensiva en conocimiento y más cooperativa.