La Fortaleza del Consenso y de la Implicación

 


Autor:         Francisco Pons Alcoy


Fecha:        12 de junio de 2005Medio:        Levante EMV 



Las sociedades fuertes son las que son capaces de aunar esfuerzos para afrontar retos significativos. Pero aún lo son más las que saben aprovechar constructivamente la diversidad de ideas, posturas y capacidades de que disponen para impulsar su creatividad. Es por ello que hay que felicitarse por el proceso seguido y el acuerdo conseguido entre los grandes partidos en la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana.


 


No sólo hay que destacar un proyecto de Estatuto sustentado en el soporte político (regional y nacional) y pionero en nuestro país, sino también la forma en que el propio proceso, para llegar al pacto, se ha llevado a cabo. Por una parte, con elegancia, actitud constructiva, flexibilidad y sentido común, que ha permitido alcanzar acuerdos fundamentales sin generar desconcierto entre los ciudadanos. Es lo que distingue a las democracias maduras y a las organizaciones inteligentes y comprometidas con su sociedad. Además, elemento diferenciador de los procesos abiertos hasta la fecha, llamando a participar y a aportar ideas a las organizaciones de la sociedad civil, lo que no sólo amplia la legitimidad del proceso sino que crea práctica de implicación social en las cuestiones importantes. Por todo ello, mi más sincera felicitación a nuestros representantes en las Cortes Valencianas.


 


Ya que en esta Comunidad estamos introduciendo una métrica más agradable en la música política, debemos seguir desarrollándola haciendo uso de sus claves en otros temas de la máxima importancia para nuestro futuro, de los que citaré dos, aunque hay algunos más que en su momento deberán ser abordados.


 


El primero, se refiere a la solución definitiva y consensuada del problema del agua. Esta es una cuestión que requiere una respuesta que no admite dilación, pues la necesidad es acuciante y la solución es de largo plazo.


 


Pero no es un problema que pueda resolverse desde la confrontación política, sino desde un acuerdo entre los grandes partidos que le de fuerza y continuidad al plan de acción. Es decir, necesitamos un pacto de Estado que garantice una solución duradera a un problema que venimos arrastrando a lo largo de todo el siglo XX y en lo que llevamos del XXI: el déficit hídrico de la España seca. El buen talante y capacidad de diálogo constructivo demostrado en el proceso del Estatuto debiera seguir funcionando para lograr conjugar los enfoques que orientan los planteamientos respecto al agua de los dos grandes partidos del arco parlamentario valenciano.


 


Con el apoyo científico-técnico de expertos en la materia y la implicación de la sociedad civil, nuestros políticos deben alcanzar acuerdos que den origen a soluciones duraderas, conjugando la mejora en la eficiencia y el ahorro de la que ya disponemos y aportes complementarios que eviten las crisis generadas por la irregularidad pluviométrica. Se trata de acuerdos que no sólo han de tener en cuenta los intereses y necesidades de nuestra Comunidad, sino que también han de considerar las posturas legítimas de los gobiernos vecinos involucrados y del Gobierno de España. Para ello es fundamental la implicación de todas las fuerzas políticas, sociales y económicas en el marco de un foro del agua que le de el máximo soporte social al proceso.


 


El segundo, y que no podemos olvidar, es la gestión integral de los residuos, un problema cada vez más preocupante, tanto por las amenazas que comporta como por el no aprovechamiento de las oportunidades que despliega una gestión proactiva del mismo, y necesitado de voluntad sincera y un amplio consenso social y político.


 


La falta de infraestructuras para la gestión de los residuos, el comportamiento poco eficiente de los ciudadanos, el alto grado de desinformación colectiva y la falta de acuerdo político y social para definir el mejor sistema desde el punto de vista de la modernidad, la tecnología y el precio, son los principales problemas que debemos acometer si queremos que la gestión de los residuos se incardine dentro de nuestro proyecto de desarrollo sostenible.


 


Las sociedades que construyen el futuro mediante el debate abierto, la implicación de los actores políticos y sociales y la voluntad de conseguir un amplio consenso en sus proyectos, no sólo consiguen resultados con más eficiencia y eficacia, al generar mayor compromiso y menor tensión, sino que están construyendo un capital social, consistente en confianza, mutuo conocimiento y respeto y experiencia de trabajo en común, que resulta crítico en la era de la globalización y la economía del conocimiento, muy exigente en flexibilidad y creatividad.


(050826)-el-agua-y-la-cohesión-de-la-sociedad-valenciana-_to….pdf