Almuerzo de Trabajo de AVE con Juan Costa Climent

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DE AVE, FRANCISCO PONS,


EN LA PRESENTACIÓN DEL


LIBRO DE JUAN COSTA:


LA REVOLUCIÓN IMPARABLE: UN PLANETA, UNA ECONOMÍA, UN GOBIERNO


 


 


 24 de mayo de 2010


 



1.              LA PERSONA


 


Como ustedes saben, Juan Costa es una persona que no sólo ha ocupado cargos de la máxima importancia en la política nacional, habiendo sido Secretario de Estado de Hacienda, Secretario de Estado de Comercio y Turismo y Ministro de Ciencia y Tecnología en los dos mandatos de José María Aznar, sino que también ha estado en organismos internacionales, como el FMI, y participado en la actividad empresarial, habiendo sido su última experiencia en la actividad privada la presidencia de Ernst & Young Abogados, y social, colaborando con la ONG Acoger y Compartir.


 


Actualmente es diputado en el Congreso por la provincia de Castellón.


 


A este relevante elenco de experiencias políticas, de gestión en la empresa privada y la administración pública e implicación en la acción social, une Juan Costa una vocación intelectual y una sensibilidad social que le confieren una nueva dimensión poco común en el mundo político: la de intelectual comprometido.


 


Un compromiso, el de una persona de ideología liberal a lo Keynes, que pone de relieve que la vieja dicotomía izquierda-derecha está perdiendo sentido ante el nuevo escenario de


 


–            la globalización,


 


–            la crisis ecológica,


 


–            la necesidad de un nuevo tipo de gobernanza de ámbito global.


 


2.              EL LIBRO


 


El libro de Juan Costa constituye una reflexión personal bien documentada sobre los conflictos que amenazan a la humanidad en su actual fase de evolución, así como de las oportunidades que encierra el afrontarlos de una determinada manera, que es la propuesta del autor.


 


El reto que plantea el futuro está dejando obsoletas las viejas ideologías, encasilladas en la confrontación social y nacional, para exigir una concepción social espacialmente integradora sustentada en la cooperación.


 


Sólo un enfoque de esta naturaleza permite afrontar con inteligencia y sensatez los grandes problemas actuales, tanto los de índole global como los de carácter regional y nacional.


 


Desde esta perspectiva, tengo que decir que el enfoque de Juan Costa de los problemas globales que afronta la humanidad en el siglo XXI coincide plenamente con el que AVE contempla en relación a los problemas y soluciones de la Comunidad Valenciana en el horizonte de los próximos diez años.


 


El análisis de Juan Costa de la realidad económica y social actual pone de relieve, de forma documentada, cuatro hechos capitales:


 


1)             Existen límites naturales al crecimiento económico intensivo en materia y energía de fuentes fósiles.


 


2)             La creciente desigualdad social y la pobreza a nivel mundial constituyen lacras sociales inaceptables y un serio obstáculo al desarrollo duradero de la sociedad humana.


 


3)             El estilo de desarrollo seguido ha venido destruyendo capital natural irreemplazable y generando expectativas crecientes en las sociedades más atrasadas. La consecuencia lógica de esto es que estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades y que sigue creciendo la presión sobre un patrimonio natural cada vez más menguado.


 


4)             Existen serios problemas de gobernanza en una realidad mundial en la que concurren una economía cada vez más globalizada, un problema ecológico que sólo puede ser abordado de forma eficaz a nivel global y un sistema político-institucional que sigue siendo nacional.


 


Una situación de esta naturaleza, lejos de llevar al pesimismo, constituye, según Juan Costa, un reto que, afrontado con valentía, realismo e inteligencia, abre un camino de progreso real, de crecimiento duradero y de calidad y un futuro de paz y estabilidad a nivel mundial.


 


Este desarrollo futuro debe sustentarse, según él, en los siguientes seis pilares:


 


1)             Conservación y rehabilitación del capital natural para permitir el crecimiento futuro para asegurar el crecimiento futuro a largo plazo es imposible.


 


2)             Cambio del modelo de desarrollo, buscando la descarbonización, la desmaterialización y la desintoxicación de la actividad productiva, así como el ahorro de energía y agua, mediante el cambio tecnológico y del sistema energético. Todo ello en pro del estimulo de la actividad económica de la continuación del crecimiento y de la contribución a la paz y la estabilidad mundial.


 


3)             Gestionar la globalización con una perspectiva tanto económica como social y ecológica, como garantía de un crecimiento sano, buscando satisfacer las necesidades de las personas de todos los países.


 


4)             Para garantizar la gestión racional del sistema económico y ecológico global, es necesaria la implicación y cooperación de todos los países, empezando por los más importantes económica y ecológicamente.


 


         Para ello es imprescindible abordar seria y solidariamente el problema de la pobreza y la desigualdad internacional, ampliando las oportunidades de una vida saludable y productiva a una gran parte de la humanidad cuyo nivel de subsistencia no está asegurado.


 


5)             Un cambio de valores, creencias y comportamientos de nuestra sociedad, así como la creación de una conciencia colectiva global y un nuevo marco institucional, constituyen condiciones ineludibles del cambio de modelo de desarrollo y de la creación de un nuevo tipo de gobernanza que garantice una gestión de racional del sistema económico, social y ecológico global.


 


6)             Pero para que todo lo anterior sea posible, es imprescindible un liderazgo de alto nivel e incluyente y la creación de una coalición de desarrollo de ámbito global.


 


Juan Costa está convencido de que nos enfrentamos a un reto ineludible.


 


Tenemos que cambiar nuestra concepción obsoleta de las cosas y adaptarnos a las tendencias dominantes. Porque de seguir el actual camino existe una alta probabilidad de desembocar en un estado de barbarie, con un mundo desestructurado socialmente, arrasado ambientalmente y políticamente ingobernable.


 


Este es un reto al que nos enfrentamos tanto los países y regiones como la comunidad internacional. Y serán las regiones y naciones que con más premura y convicción emprendan el camino, los vencedores en la carrera del futuro desarrollo.


 


Es decir, la crisis económica actual y los peligros de crisis ecológica, económica y de gobernanza que se vislumbran en el futuro, constituyen una oportunidad histórica para dar un giro de timón que es ineludible y altamente prometedor.


 


En definitiva es preciso un cambio en la conciencia colectiva alimentada por la movilización social a estímulos de un sólido y visionario liderazgo de alto nivel.


 


Un proceso que AVE ha propuesto para la sociedad valenciana en Los pilares del nuevo modelo de desarrollo económico  valenciano.


 


Juan Costa considera que para ser eficaces es necesario aclarar los conceptos.


 


a)             distinguir entre desarrollo y crecimiento. Para él, el desarrollo es un proceso que no sólo aporta progreso económico, base del bienestar material, sino también seguridad, felicidad y despliegue de las libertades. El crecimiento es sólo un instrumento del desarrollo. Para orientarlo y seguir este proceso de desarrollo se requieren indicadores que van más allá del simple producto nacional o producto interior bruto: indicadores de distribución, de seguridad, de calidad de vida, de calidad ambiental y de libertad.


 


b)             Para nuestro autor, la economía debe adaptarse al entorno natural y guiarse por la consecución del bienestar de los hombres, la paz y la libertad. El mercado constituye un instrumento adecuado para conseguirlo y las instituciones deben guiarlo para conseguir aquellos fines.


 


c)              Desde su punto de vista la estrategia de desarrollo debe ser guiada por nuevos objetivos, además del tradicional objetivo económico:


 


·           Aumento del capital natural


 


·           Aumento de la cohesión social y mejora de la distribución de la riqueza


 


·           Mejora de la eco-eficiencia


 


·           Aumentar la transparencia informativa


 


d)             Para impulsar estos objetivos apuesta por una auténtica revolución en el sistema impositivo, como instrumento de incentivación del comportamiento de los actores económicos.


 


e)             Considera que los impuestos deben discriminar a los bienes y servicios en función de su impacto ecológico, para incentivar los productos y procesos con menos impacto ambiental, y primar las acciones que mejoran el capital natural, al tiempo que incentivar el empleo. También clama por un impuesto mundial de índole ecológica.


 


f)               La política energética debe perseguir la descarbonización de la economía con realismo.


 


Esto significa apostar por la eficiencia energética y un mix energético dinámico en el que al tiempo que se reduce el peso de los carburantes fósiles se incremente el de las energías renovables y la energía nuclear.


 


Su defensa de la energía nuclear es convincente y la crítica que hace a la oposición política a tal fuente pertinente. Las razones para impulsar la energía nuclear son tanto de índole ecológica, dada la imposibilidad material de sustitución de la energía tradicional por energías renovables en un tiempo prudencial, como económica, dada la desventaja económica y tecnológica que genera el no hacerlo.


 


g)             Juan Costa hace una llamada a la conciencia colectiva de este país para que asuma seriamente una estrategia de lucha contra el cambio climático, tanto por razones ecológicas como económicas. Critica el que no se haya abierto en España un debate serio sobre el tema: “el calentamiento global no figura en la agenda del país”.


 


Juan Costa presenta el proceso hacia una sociedad descarbonizada, desmaterializada, solidaria y coordinada a nivel global como una revolución imparable. Sin negar que una gran transformación constituye un cambio revolucionario, la forma de conseguirlo es lo importante. Y la experiencia nos dice que es la evolución acelerada, ampliamente participada y controlada, la que puede evitar las convulsiones, desestabilización y descontrol de los procesos revolucionarios.


 


Entiendo que es a esto a lo que se refiere Juan: un proceso que, al igual que la revolución industrial, traiga consigo una gran transformación que dé lugar a una economía compatible con el medio ambiente y al servicio del hombre, un medio ambiente y una sociedad que eleven el potencial de crecimiento y la calidad de vida, y un sistema institucional que refuerce la cooperación y la confianza a nivel internacional para garantizar la estabilidad económica, social, política y ecológica.


 


Un proceso en el que experimentación, comunicación, concienciación y aprendizaje serenos son imprescindibles para conseguir avanzar sin grandes riesgos y conflictos.


 


3.              MENSAJE FINAL


 


Juan el reto que tú planteas está en sintonía con el que desde AVE hemos planteado en el Documento Los Pilares del nuevo modelo de desarrollo económico valenciano, y ambos exigen:


 


–                 de cambios muy importantes en la sociedad española y valenciana, en todos los niveles, tanto en la gestión de lo público como de lo privado.


 


–                 desarrollar nuevos liderazgos sólidos, creativos y generosos, a nivel empresarial, sindical, político y universitario, que guíen a nuestra sociedad hacía un mayor nivel de cohesión y prosperidad.


 


–                 liderazgos que trabajen de forma intensa el día a día pero sin olvidarse de la importancia vital de la estrategia, del norte a seguir, del medio y el largo plazo.


 


–                 liderazgos que sepan compartir los momentos de éxito y que estén receptivos en los momentos de dificultad.

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