El Futuro de las Cajas Valenciana en el Contexto Actual II
EL FUTURO
DE LAS CAJAS DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
EN EL CONTEXTO ACTUAL
II
Mayo de 2010
1. Antecedentes
En julio de 2009 AVE hizo público el documento El Futuro de las Cajas Valencianas en el contexto actual (I).
Con dicho documento la Asociación Valenciana de Empresarios quiso posicionarse de forma constructiva, considerando que esta es una cuestión compleja en la que es más importante aportar ideas que pontificar, en un debate de gran importancia para el futuro de la economía de la Comunidad Valenciana.
Finalizaba el documento con dos demandas categóricas:
a) que se avanzase en la despolitización de las cajas, asegurando una mayor presencia de empresarios y profesionales de prestigio en sus consejos de administración y una menor injerencia política en la toma de decisiones de las mismas.
b) Que se profundizase en la búsqueda de fórmulas que asegurasen una mayor independencia y rigor en el funcionamiento de las cajas, como lo son las cuotas participativas, pero con derechos políticos.
2. Situación presente
La crisis actual, de carácter mundial pero que afecta con especial virulencia a nuestro país, unida a la alta tasa de paro, el incremento de la morosidad y la falta de liquidez, está incidiendo seriamente en el sistema financiero español.
El sistema financiero español ha entrado en un proceso de reajustes y redimensionamiento que afecta, especialmente, a las cajas de ahorro.
Desde que se anunciase la necesidad de que las cajas de ahorro convergiesen en procesos de fusión, e incluso se potenciasen procesos de colaboración (SIP), los distintos gobiernos autonómicos, con una fuerte presencia y poder de decisión en las cajas de ahorro, se han opuesto de forma sistemática a fusiones interregionales.
Por ello, la mayor parte de los procesos de fusión en curso se están realizando de puertas para adentro de las Comunidades Autónomas, dificultando cualquier intento de fusión interregional que esté liderado por las dos grandes cajas valencianas.
En nuestra Comunidad la fusión entre las dos principales cajas siempre se ha estrellado contra el muro de la insuficiente vertebración de la Comunidad Valenciana.
Y ello ha supuesto que en circunstancias normales del mercado los posibles beneficios de una fusión queden eclipsados por los obstáculos y altos costes que la desvertebración de nuestro territorio supone para dicho proceso.
Sin embargo, si las condiciones del mercado lo hacen necesario a la vez que lo permiten, o existe el riesgo visible de que una de las cajas sea absorbida por una caja de otra Comunidad, en este caso CAJA MEDITERRÁNEO, entonces la unión de esfuerzos y la integración de las dos cajas de nuestra Comunidad, puede tener sentido.
3. El futuro inmediato
Siempre hemos dicho, y queremos reiterarlo de nuevo, que es de justicia reconocer que los Presidentes de nuestras dos principales cajas, sus Consejos de Administración y los equipos directivos, han venido desarrollando una encomiable labor, con profesionalidad y rigor. Esto explica que la Comunidad Valenciana cuente con la tercera y cuarta cajas de ahorro españolas, ambas de reconocida y sobrada solvencia.
Pero con el panorama expuesto ante nosotros tenemos tres opciones:
a) Que nuestras cajas continúen con su estrategia en solitario hasta que surja la mejor oportunidad en el mercado para seguir creciendo de forma sostenida, a la vez que mantienen su actual fortaleza y solvencia.
b) Que nuestras cajas lideren, de forma independiente y manteniendo los centros de decisión, procesos de fusión con entidades de fuera de la Comunidad Valenciana para ganar peso y adaptarse al cambio del entorno.
c) Que nuestras cajas avancen hacia un proceso de integración que les permita aunar fuerzas.
En AVE venimos constatando que nuestras entidades, las que tienen su sede social en la Comunidad Valenciana, han tenido mayor sensibilidad por las necesidades de nuestros empresarios y generan más confianza en los ciudadanos, con independencia de la Provincia donde tengan su sede, que las de otras Comunidades Autónomas.
Y la razón no es otra que el conocimiento directo, sensibilidad y dedicación de sus órganos directivos a los actores económicos del territorio.
En consecuencia, el alejamiento, por absorción externa, de uno de estos centros de decisión no sólo supone cambios en las relaciones entre entidades financieras y ciudadanos y empresas de la Comunidad Valenciana, sino pérdida de capacidades económicas estratégicas para el desarrollo autonómico, sin perjuicio de los trasvases de riqueza que ello podría suponer.
Esto es un motivo muy serio para reflexionar con buen sentido sobre la decisión a tomar por parte de los órganos de gobierno y de dirección de BANCAJA y CAJA MEDITERRÁNEO.
Seguimos pensando que las dos grandes cajas valencianas tienen suficiente entidad, reconocida solvencia y probada capacidad para pilotar procesos de fusión exitosos en el escenario financiero español.
Pero ante la presión externa para que una de ellas sea absorbida por otra entidad mayor con sede fuera de la Comunidad, no sólo debemos defender nuestros intereses sino hacer valer la capacidad de las cajas valencianas de decidir su propio destino.
Si por las razones que fuese, bien por las circunstancias del mercado o por la estrategia de actores externos, como está ocurriendo de hecho, CAJA MEDITERRÁNEO no pudiese mantener su independencia, creemos que debería plantearse la integración, siempre y cuando las condiciones económicas y el interés de las entidades y de la Comunidad Valenciana lo aconsejen.
Por un lado, porque las condiciones de mercado hacen conveniente crecer en tamaño.
Por otro, porque con la unión de las dos cajas, se crea una gran caja española en la Comunidad Valenciana, capaz de situarse en la primera división del sistema financiero nacional y con mayor potencial de internacionalización.
Y por último, pero no menos importante, porque de esa forma la Comunidad Valenciana mantiene un factor fundamental para impulsar la reactivación económica y el cambio de modelo de desarrollo.
Pero un proceso de integración entre las dos grandes cajas de la Comunidad no debe hacerse de cualquier forma.
De cómo se haga dependerán no sólo las resistencias y costes, sino también la eficacia de la nueva entidad y su impacto sobre la vertebración de la Comunidad Valenciana. No debemos olvidar esta última cuestión, porque la cohesión territorial no sólo es valiosa en sí misma, sino que constituye una fuerza fundamental para crear una economía y una sociedad más fuertes.
Desde AVE pedimos que los órganos de gobierno y de dirección de las dos entidades y los actores institucionales, políticos, económicos y sociales de esta Comunidad trabajen con sentido constructivo, generosidad y creatividad para lograr que la proximidad y la sensibilidad de las actuales cajas con su núcleo territorial tradicional se preserve.
Nuestra clase política debe demostrar su compromiso con la sociedad de la Comunidad Valenciana y el convencimiento de que nuestra Comunidad es capaz de pensar y actuar en grande.
Nadie de fuera debe venir a imponernos sus intereses, si no son los intereses de nuestras cajas. Nuestras dos grandes cajas no deben estar sometidas a presiones externas más allá de las que el propio mercado les pueda imponer.
Este es uno de esos momentos en que debemos mostrar altura de miras y ser capaces de unirnos y defender lo nuestro. Nos va en ello el futuro.
4. Conclusiones
a) El panorama financiero internacional y español ha cambiado y se está produciendo una rápida reordenación forzada por la crisis, la alta tasa de paro, la creciente morosidad y la falta de liquidez en los mercados.
b) El desarrollo económico y social de la Comunidad Valenciana y el necesario proceso de cambio de modelo económico, exigen que nuestra Comunidad Autónoma cuente con un sistema financiero robusto, del que nuestras dos principales cajas, junto con el Banco de Valencia, constituyen los pilares fundamentales, a los que no podemos renunciar.
c) Es imprescindible que el sistema financiero de la Comunidad Valenciana, con probada robustez y consistencia, siga apoyando nuestra capacidad de desarrollo, sin presiones externas.
d) Las condiciones económicas actuales hacen necesario que nuestras entidades financieras ganen tamaño para conservar la autonomía del sistema financiero autonómico.
e) No es admisible perder centros de decisión financiera de la Comunidad Valenciana.
f) Existen, sin embargo, serias posibilidades de que CAJA MEDITERRÁNEO se vea inmersa en un proceso de absorción por una institución financiera externa, lo que supone perder un centro de decisión financiera fundamental para nuestro territorio.
g) Si esta posibilidad se confirma, desde AVE se considera que ha llegado el momento para que nuestras dos principales cajas, CAJA MEDITERRÁNEO y BANCAJA, unan esfuerzos y avancen hacia un proceso integración, vía SIP o fusión, que conduzca a la creación de una entidad sólida, fuerte y de la envergadura necesaria para jugar en la primera división del sistema bancario español.
h) El proceso de integración debe ser ejecutado con generosidad, creatividad y de forma desapasionada, buscando un resultado integrador y vertebrador, que beneficie a nuestro territorio y a sus empresarios y ciudadanos, manteniendo la cercanía a los espacios de origen de las dos entidades.
i) Ahora más que nunca es necesario que las dos cajas de ahorros, empresarios, sindicatos y políticos rememos en la misma dirección y seamos capaces de defender nuestro territorio, a nuestras entidades financieras, y asegurar nuestro futuro desarrollo.
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