ProAVE pide un pacto político y social en favor de las infraestructuras fundamentales

La elección de los representantes en las Cortes Valencianas constituye un acto político de trascendental importancia para los ciudadanos y la sociedad en su conjunto. Pero lo más importante es que nuestros futuros representantes tengan claras las necesidades fundamentales de nuestra sociedad y se comprometan a trabajar por satisfacerlas. Somos conscientes de que hay tantas necesidades como problemas e intereses, pero la agenda social y pública del futuro debe priorizar las que benefician a todos. Y esas son, sin género de duda, las que impulsen un desarrollo duradero.

Las necesidades más perentorias y de gran efecto multiplicador para la economía y la sociedad valencianas ya han sido expuestas y difundidas ampliamente en los últimos años, y aunque hay otras de mucha importancia como la financiación autonómica, la solución al déficit hídrico y la falta de inversión respecto a las otras autonomías, desde la Fundación vamos a centrarnos en las infraestructuras, que si bien están avanzando, siguen pendientes de solución comprometiendo nuestro futuro.

Estamos convencidos de que existe un amplio consenso en que la pronta ejecución del Corredor Mediterráneo y la mejora de la línea Sagunto-Zaragoza, constituyen pilares fundamentales de la estrategia económica que esta Comunidad, y el país en su conjunto, necesitan.

La Fundación ha venido defendiendo, desde hace varios años, la ejecución del Corredor Mediterráneo como medida fundamental para el desarrollo sostenible de la Comunidad Valenciana y España. Y lo hemos defendido porque estamos convencidos de que no sólo contribuye a mejorar la competitividad del sistema productivo actual, sino que permitirá crear las condiciones para el desarrollo de nuevas actividades de mayor valor añadido y menos cíclicas gracias a la excelente ubicación de los puertos valencianos, que permitirá canalizar por este corredor una parte del tráfico de mercancías entre Asia y Europa. La combinación de las infraestructuras portuarias valencianas y una línea ferroviaria para el tráfico de mercancías en ancho europeo no sólo elevará el tráfico y la rentabilidad de ambas infraestructuras, sino que generará actividades logísticas y de servicios avanzados y atraerá nuevas actividades manufactureras a causa de las ventajas de localización que ello genera.

Sin olvidar que la conexión en alta velocidad de todo el Arco Mediterráneo beneficiará a la actividad turística. En suma, el Corredor Mediterráneo constituye un poderoso impulsor del cambio del modelo productivo y generación de empleo de calidad que la Comunidad Valenciana y España tanto necesitan.

Aunque de menor relevancia estratégica, la renovación de la línea ferroviaria entre Valencia y Zaragoza constituye una modesta inversión (unos 50 millones de euros) que al tiempo que estimula la actividad de los puertos valencianos, al facilitar el acceso del sistema productivo del Valle del Ebro a los mercados del Mediterráneo, como ocurre ya con General Motors, favorecerá la integración entre dos ejes de desarrollo tan importantes como el Arco Mediterráneo y el Valle del Ebro. Sin olvidar que la interconexión entre los puertos valencianos y los del Cantábrico elevará las ventajas competitivas de nuestro territorio.

Pues bien, con respecto al Corredor Mediterráneo, contamos con el compromiso firme de la ministra de Fomento, Dª. Ana Pastor, de que en 2015 el mismo estará operativo para Castellón y Valencia y, en 2016, para Alicante. Así lo asumió antes las organizaciones empresariales de la Comunidad Valenciana.

Con respecto al eje Sagunto Zaragoza, éste debe de tener la máxima prioridad, porque además de que tanto representantes empresariales, sociales, parlamentarios y gobiernos de ambas Comunidades Autónomas lo están demandando, se estará ofreciendo una alternativa de transporte para el conjunto del país, que contribuya a convertirnos en un verdadero polo logístico y de transporte para el sur de Europa.

Y para el cumplimiento de la ejecución de ambos proyectos, la Fundación y es resto de organizaciones empresariales esteremos vigilantes.

Por todo ello la Comunidad Valenciana necesita una gran coalición de todas las organizaciones políticas y sociales que, apoyada en la fuerza de la unión y la razón, rompa el bloqueo institucional que impide una pronta solución. Con independencia de las lógicas divergencias entre los partidos que se presentan a las elecciones, la trascendencia de estas cuestiones para el futuro de nuestra Comunidad debe hacer de ellas un tema de Estado. Desde la Fundación pedimos a los partidos la inteligencia y generosidad para que la necesidad se convierta en virtud, y que junto a los agentes sociales y económicos y otras organizaciones de la sociedad civil, actúen en bloque en defensa de los intereses generales de esta Comunidad. Al hacerlo así estarán defendiendo también los intereses de España.