La gestión de riesgos para el buen gobierno de la empresa familiar (junio 2025)

Principales conclusiones:

  • Gestión efectiva de los riesgos

    Uno de los mayores peligros para la empresa no es la presencia de riesgos, sino la falta de preparación para enfrentarlos. La gestión efectiva de los riesgos no solo permite minimizar amenazas, sino que también genera oportunidades: fomenta una cultura organizativa más resiliente, mejora la toma de decisiones estratégicas y fortalece la confianza de clientes, empleados, partners e inversores.

  • Ciclo continuo de evaluación, adaptación y mejora

    La gestión de riesgos no es un proceso estático, sino un ciclo continuo de evaluación, adaptación y mejora. Las condiciones del entorno, la evolución de la empresa y la dinámica familiar pueden cambiar, por lo que revisar periódicamente las estrategias de mitigación y actualización del mapa de riesgos es esencial para mantener la empresa protegida y en constante evolución.

Cuando se emprende un negocio, asumir riesgos es una decisión implícita, aunque muchas veces no sea percibida como tal. Ignorar los riesgos o no gestionarlos adecuadamente también es una forma de asumirlos, con consecuencias que pueden ser devastadoras: más del 75% de las empresas que enfrentan un siniestro grave no logran reanudar su actividad debido a daños financieros, pérdida de clientes y falta de competitividad tras la interrupción.

Este cuaderno aborda la importancia de gestionar los riesgos empresariales desde un enfoque estratégico que integre los principios del buen gobierno corporativo: alineamiento (de la gestión de riesgos con los objetivos estratégicos), impacto (medir y priorizar según el efecto sobre la organización) y creación sostenida de valor (asegurar la resiliencia y continuidad del negocio a largo plazo).

Además ofrece herramientas prácticas para identificar, clasificar y priorizar riesgos empresariales. Se detallan cinco grandes categorías de riesgo (gobierno, estratégicos, financieros, operativos y asociados a las personas), los pasos para construir un mapa de riesgos efectivo, y se analizan tanto su gestión interna como su posible externalización. Además, se profundiza en los riesgos específicos que afrontan las empresas familiares, como la falta de planificación sucesoria, o los conflictos familiares. Todo ello desde una mirada ética que refuerza la toma de decisiones responsables y el compromiso con el legado familiar.